miércoles, 20 de mayo de 2015

MIS TERAPIAS Y YO (PRIMERA PARTE:BIOMAGNETISMO)

Hola cuarenton@s! Recordáis que hace meses estuve muuuuy malita por culpa de mi cistitis??...Pues bien, ME CURÉ!!! ¿recordáis que en mi último post decía algo así como "pongo a Dios por testigo que cuando haya vencido a la bacteria, TOOODOS los días de mi vida intentaría recordar lo afortunada que es una por estar sana...y que qué necios somos cuando tenemos salud y no la valoramos y bla, bla, bla?...ehhhh?...pues bien, debo ser la necia más necia del mundo, porque ha pasado el tiempo, me he curado del todo y a pesar de que me comprometí a contar cómo sería la "curación final" (si ésta llegaba), NO LO HE HECHO. Y eso no está bien. Naaaada bien...porque, como dice mi madre, es de bien nacidos ser agradecidos...y yo, NO LO HE SIDO.¡Y hay que ver que di el coñazo con la maldita infección!...peeeeero, lo dicho, que somos muy necios y cuando por fin estamos bien, olvidamos lo malo (yo, al menos). Y no quiero dejar pasar más tiempo, así que, por fin, hoy voy a saldar la deuda pendiente que tengo con el BIOMAGNETISMO, que fue finalmente lo que puso fin a mi pesadilla bacteriana, Lo repito: BIOMAGNETISMO. Ja!...cómo os quedáis?...pues imagino que con la misma cara que yo cuando escuché por primera vez el palabro. El caso es que, después de meses y meses de atiborrarme de antibióticos, de convertirme en una especie de hechicera del siglo XXI (no había cosa que me aconsejaran para acabar con la cistitits que yo no hiciera), de tener las relaciones sexuales más tormentosas del mundo y de pasarme un veranito duro-duro-duro (sin mis vinitos blancos, dosificando los bañitos en la playa, con un gesto torcido permanente y sobre todo con ese dolorrrrrr pertinaz que me mordía la uretra), mi vida se había convertido en un infierno.
Bueno, al lío. Ya ni recuerdo cómo llegó Ángel a mi vida, pero todo cambió. A ver si logro explicaros en qué consiste el biomagnetismo sin meter la pata ni decir muchas burradas; esta terapia parte de la base de que los patógenos (los bichos malos que producen enfermedades) se desarrollan cuando el PH está desequilibrado en un punto determinado del organismo. Pues bien, una vez que el terapeuta localiza el virus/bacteria/parásito/hongo tras un exhaustivo rastreo por nuestro mapa energético, coloca un par de imanes para crear un campo magnético en el que el bicho queda atrapado...y MUERE!!!...PARA SIEEEEMPRREEEE...Y no es magia, ni cuestión de fé, ni sugestión. Es algo mucho más sencillo; los imanes equilibran de nuevo el PH y el bicho muere porque ya no encuentra las condiciones óptimas para sobrevivir. Lo más raro es comprobar cómo tu pierna se acorta involuntariamente entre uno y tres centímetros cuando el imán da con el patógeno. Que sí, que es el sistema de rastreo es un poco raro, pero oye, funciona.
La terapia no dolorosa, ni invasiva...por no ser, ni siquiera es cara! A ver, que  yo habría vendido mi alma al diablo con tal de pasar UUUUUUUNA sola noche sin dolor, pero afortunadamente Ángel  (que no podía tener otro nombre) no aprovechó la coyuntura.
Lo mejor del biomagnetismo es que, con un par de sesiones basta. No es un tratamiento crónico, largo, caro o tedioso. Nada de "vuelve dentro de una semana, o una vez al mes". NO. Si el patógeno está localizado, ten por seguro que los imanes acaban con él en unos minutos, Repito, PARA SIEMPRE!
Claro que, mejor no os cuento los caretos que me pone la gente cuando hablo de esta terapia...porque, entre que soy exagerada, bastante apasionada contando las cosas, y que mi fama de fantasiosa me precede, pues el testimonio pierde credibilidad. Pero como soy taaaaaan pesada, y la gente de mi entorno está tan haaaaarta de escucharme hablar de Ángel y sus imanes, amigos y familiares han ido entrando por el aro. Y allá a la consulta que han ido...y por causas tan diversas como arritmias, protusiones lumbares, alergias alimentarias, bultos internos, insomnio, herpes zoster, e incluso tabaquismo. Y sabéis qué?...el biomagnetismo ha funcionado...CON TODOS!!! Cosa que me alegra enormemente después de haber tenido que aguantar comentarios tipo: "hija, Silvia, es que te lo crees todo"... "Silvia, mira que eres facilona" (léase en su vertiente lingüística más amable), "Silvia, eso es que los antibióticos por fin te hicieron efecto", o "Ayyyy, Silvia, tú y tus terapias". Y sí. Es cierto que soy facilona, sugestionable y exagerada, pero cuando tienes un dolor que no te deja vivir durante meses, que te cambia el carácter, que va royendo tu vida segundo a segundo, y que en UUUUNA sola sesión de biomagnetismo DESAPARECE PA-RA- SIEM-PRE, me siento obligada a compartir mi experiencia con todo aquel que quiera escucharme o leerme. Porque no tendré vidas suficientes para agradecerle a Ángel lo que ha hecho por mí.
El caso es que el biomagnetismo me ha abierto la puerta a otras muchas terapias que desconocía y que, como dice mi marido, han cambiado mi forma de hablar y cuidarme: "tengo que hacerme una sesión de reiki para alinearme los chakras"..."mañana, sesión de electrofitness", "el martes abdominales hipopresivos"..."luego tengo hora con mi coach"..."¿ya te he hablado del mindfulness? Pobre. No imagináis la cara que pone. Pero eso lo dejo para el post del próximo viernes. Os contaré mi experiencia con el electrofitness. Risas aseguradas.

P.D: El biomagnetismo es una ciencia y se imparte en numerosas universidades españolas.

P.D: Este post fue publicado el 20 de mayo de 2015, pero como la informática se me rebela, borré la entrada por error. La he intentado reescribir de igual manera. Espero que no echéis de menos ningún detalle. Si es así, hacédmelo saber

Otro P.D: Quien quiera contactar con Angel, que me escriba un correo. Yo os contesto por privado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario